HISTORIA COLOMBÓFILA DE MADRID

1902 (1ª parte)
Preparativos de la Exposición Internacional de Madrid

   
     

En la revista La Paloma Mensajera (año XII; Enero / Febrero 1902; números 133 y 134), se señalan las condiciones para tomar parte en el concurso de belleza a celebrar entre los días 20 y 31 de mayo en la Gran Exposición Internacional de Madrid (Sección colombofilia). En la crónica, se recogen algunos detalles de la forma de enviar las palomas, especificando que se realizarán a titulo particular o colectivo por sociedades, debiendo enviarse en cestas separadas y por colores, los machos y las hembras. Así mismo, cada paloma deberá llevar un número de orden marcado en el ala, junto al nombre del expositor.

En el extracto del programa, las palomas mensajeras belgas, se distribuyen en grupos de machos y hembras y en clases según los siguientes colores: Azules; azules rodados oscuros; azules rodados claros; rojos rodados; bayos; rojos; negros; blancos; mosqueadas; ali blancos de cualquier color; otros colores no mencionados.

Según la crónica, se exponen la relación de premios según categorías; así dentro de los premios de honor extraordinarios, corresponde a la sección de Colombofilia, el premio S.A.R la Princesa de Asturias. En la relación de premios de honor donado por la Sociedad Nacional de Avicultores españoles, se repartirá material y útiles de colombofilia militar y deportiva y palomas mensajeras en sus variantes de razas; belgas, españolas y extranjeras. Como premios ordinarios se conceden al grupo de palomas mensajeras belgas (tipo ordinario actual), diploma de honor, medalla de oro y 100 pesetas (premio conjunto), así como, 2 medallas de oro, 22 de plata, 22 de bronce, 22 premios uniformes de 22 pesetas, uno para cada uno de las 22 clases del programa.

Para el grupo de palomas mensajeras antiguo, tipo de Lieja y Amberes, se distribuye para cada raza, diploma de honor, una medalla de oro y 50 pesetas. Dentro de los preparativos, se da la primera información de todo aquello que acontece en el Colombodromo de la Exposición de Madrid. Es el propio Sr. Salvador Castelló, quien se dirige a todos los colombófilos participantes en el colombodromo, con la siguiente circular:

"Muy Sr. mío: tengo el gusto de comunicar a Vd. por la presente, que las palomas ingresadas en el palomar de los Jardines del Buen Retiro, para tomar parte en el concurso de la Exposición, mas de 400, se encuentran perfectamente aquerenciadas y en breve se comenzarán a educar tomando como objetivo Albacete, sobre la línea Madrid – Valencia, habiendo perecido por efectos del frío, cambio de clima ó crianza defectuosa, un total de 41 pichones. Cumplimentando el deber de poner esto en su conocimiento y recordándole que para el concurso de belleza solo podrán formularse inscripciones hasta fines de Marzo, se reitera de V .atento y afmo.s.s. –El Presidente Comisario General- Salvador Castelló-"

Nota de la redacción: Resaltar en este articulo como en la exposición de belleza, las palomas se agrupaban en colores y como se considera autentica la paloma mensajera belga, quizás por la selección y mejora que ya venían realizando años atrás los colombófilos belgas.

Al igual que ocurre en los colombodromos actuales, también en el colombodromo de Madrid de 1902, se daba por comunicación oficial escrita todos los detalles referentes a la; evolución, aquerenciamiento y perdidas ocurridas a lo largo de la estancia de los pichones.

Conviene saber que a principios de 1902, el general D. José de Luna Orfila, fue elegido por unanimidad Presidente de la Federación Colombofila Española y como tal tuvo una participación decisiva en la gestión y coordinación de la Exposición Internacional. Nacido en Argel el 4 de marzo de 1835, ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en 1855, en sucesivos ascensos llega a General de Brigada el 30 de diciembre de 1895 y pasa a la Sección de Reserva del Estado Mayor General en 1901. Durante el desempeño del cargo de comandante de Ingenieros en Pamplona, estableció y dirigió el palomar militar con gran competencia y acierto desde 1882 a 1888. Siendo General Jefe de la Sección de Ingenieros, organizó varios palomares militares en Canarias, en las posesiones españolas de Marruecos y en algunos puntos de nuestra costa próxima al Estrecho de Gibraltar. Para realizar la puesta en marcha de todos estos palomares, solicitó a las sociedades Colombofilas existentes la incorporación de palomas con orígenes contrastados y que fueron facilitadas al instante, dentro del marco de apoyo que existía entre el ejército y la colombofilia civil.

Como Presidente de la Federación, se ganó las mayores simpatías de todos los colombófilos, por la solicitud que demostró en despachar pronto y favorablemente todos los asuntos de las Sociedades y por el apoyó que prestó a la afición con la concesión de premios para los concursos y la donación de gran numero de palomas mensajeras del palomar central a los particulares que las solicitaban.

En una palabra, el general Luna era en la época, la figura de más prestigio y relieve de la colombofilia española. En mayo de ese mismo año, es nombrado Presidente del Congreso Colombófilo de Madrid y de la Comisión ejecutiva, en cuyo puesto consiguió dada su competencia, autoridad y exquisito tacto la protección de nuestro deporte dentro de las esferas oficiales y procuró la unión de todos los colombófilos del país bajo de estructura de la Federación.

Texto de: Fernando Martínez González (Fondo Madrid)
Archivo de: José Luis Cort Bas (Fondo Madrid)