HISTORIA COLOMBÓFILA DE MADRID

De 1894 a 1900 (2ª parte)

Sueltas de palomas de L`Hirondelle en Madrid

En crónica escrita por Lorenzo de la Tejera el 30 de Julio de 1985 y publicada en la revista la paloma mensajera año 5, nº 52, se describen algunas consideraciones de los pormenores que rodearon a la recepción y suelta de las palomas procedentes de este club.

Por aquel entonces, Madrid seguía siendo punto de referencia obligado para las sueltas de larga distancia que se hacían desde España y con dirección a Bélgica.

Según el escrito de Lorenzo de la Tejera, este había sido invitado por la sociedad colombofilia de Lieja, L´Hrondelle, para asistir a la suelta a realizar en Madrid el día 19 de Julio de 1985. Tejera, se propuso como objetivo prestar la máxima atención al soltador Adolphe Prijol, cuando los servicios le fueran posible y reconociendo que no podrían ser muchos ni muy valiosos.

   
     

Por las noticias recibidas directamente de Lieja, las palomas debían llegar a la estación del Norte el martes 16 ó el miércoles 17 de Julio y efectivamente llegaron este último día por la noche, según manifestó al día siguiente el señor vicecónsul de Bélgica, primera persona a la que se dirigió el Sr. Prijol. Antes de decidir nada, el capitán Tejera, pensó detenidamente cual podría ser el mejor sitio para efectuar la suelta; la explanada posterior del cuartel de la Montaña, los altos de la Castellana próximos al Palacio de Bellas Artes ó el Observatorio astronómico. Los tres eran buenos, pues se encuentran en sitios despejados de edificios, no influyendo, por tanto, en el resultado de la suelta. El primero de ellos tiene la ventaja de su proximidad a la estación y que las palomas se alojaban en el cuartel de tropa de Ingenieros cuyos jefes y oficiales son conocedores de esta actividad deportiva y del partido que de la suelta pueda obtenerse con fines militares, cooperando con la organización con buenos y prácticos consejos al éxito de suelta (1).En este punto las palomas a la salida, una vez orientadas, tendrían que atravesar la parte alta de la población, inconveniente no grave pero al que podrían haber dado alguna importancia los dueños de las palomas. Los otros dos lugares, desde el punto de vista colombófilo, disponían de mejores condiciones. No vacilamos un momento en decidirnos por el Observatorio Astronómico y molestar una vez mas a su director don Miguel Merino que con su exquisita amabilidad ha facilitado cuanto le ha sido posible las varias sueltas que desde este establecimiento científico se han efectuado, además de este modo se satisfacían mejor los deseos de la sociedad L´Hirondelle.

Determinado el sitio, quedaba por fijar la hora de suelta, que atendiendo a la salida del sol, 04:45 horas, convenimos con el soltador y el vicecónsul que fuera a las 04:45. Pero no pudo realizarse lo previsto porque el Sr. Alcalde del distrito del Congreso le pareció temprano, con lo cual el vicecónsul optó por fijar la hora de suelta a las 07:00.

Ultimados estos detalles se procedió a romper los precintos de las jaulas y a contramarcar todas las palomas con el sello del consulado de Bélgica, operación que se efectuó en el muelle de mensajerias de la estación con una duración de dos horas. Se precintaron de nuevo las jaulas con el sello lacre del consulado, y se suministró comida a base de; arveja, maíz, trigo y nabina con agua limpia y fresca. Se llevaron al Observatorio para evitarles la molestia del transporte momentos antes de la suelta; a medida que se contramarcaban se les limpiaban las patas y reconocían las alas, lo que permitió pudiéramos cerciorarnos de que entre ellas habían hermosos animales.

Al día siguiente, con suficiente anticipación a la hora de suelta y con objeto de llevarla a cabo nos reunimos en el Observatorio (donde ya se encontraban el director del mismo, el director de la Escuela de Ingenieros de Caninos, Canales y Puertos y otras muchas personas), con el vicecónsul de Bélgica, el soltador, el comandante de Ingenieros don Rafael Moreno y Gil de Borja, afecto al servicio de palomares militares. Dieron las siete, las siete y cuarto, las siete y media y nada, el delegado del Alcalde no aparecía por ninguna parte. Por este motivo se pensó en retrasar la suelta hasta el día siguiente, pero el temor de que fueran peores las condiciones atmosféricas, que en aquel momento no podían ser mejores, se optó por realizar la suelta a las 07:46, hora del meridiano de Madrid.

Las palomas, excepto una, que sin duda por estar enferma, no quiso volar, salieron muy bien, dos tropezaron en los alambres del teléfono pero inmediatamente se unieron a sus compañeras, formando banda que desde luego tomó la dirección debida, solo un momento pareció como que vacilaba y trataba de desviarse hacia el O., pero fue apenas apreciada por que inmediatamente siguieron en la primitiva dirección que tomaron, cosa que causó no poco asombro a algunos de los que presenciaban la suelta, que probablemente eran la primera que veían.

El día despejado aunque con algún celaje, relativamente fresco y con viento O. Algo inclinado a S. no fuerte, reunía cuantas condiciones pudiera apetecer al aficionado mas exigente.

Larga es la carrera, 1338 kilómetros y llena de obstáculos en la parte de España; el Guadarrama, los montes Ibéricos, los Pirineos entre otros, pero no dudamos que lo harán y que dentro de poco rato recibiremos noticias de la llegada a Lieja de alguna de las palomas.

(1) La suelta del concurso nacional organizado por la Federación Colombofila Española se hizo desde la explanada anterior a dicho cuartel y al interés y cuidado del coronel de Ingenieros D. Estanislao de Urquiza se debió en gran parte su buen resultado.

En el presente texto se aprecia, por parte de D. Lorenzo de la Tejera, lo esmerado del detalle en la elección del punto de suelta, la hora de salida y proceso de control de palomas, en unas circunstancias en que la colombofilia belga era considerada como la de mayor nivel de Europa y la importancia que para España representaba la designación, por parte de los responsables de la colombofilia belga, de realizar su suelta mas emblemática desde Madrid, con el apoyo incondicional de la Federación Colombofila Española, que consideraba ese evento como un honor y la posibilidad de dar a conocer el deporte de la colombofilia, en los diferentes estamentos sociales, que por aquel entonces se iniciaba en España.

Sirva este articulo, como reconocimiento a la ingente labor colombofila realizada por el capitán D. Lorenzo de la Tejera, perteneciente al cuerpo de Ingenieros militares, responsable de la construcción, en 1887, del palomar militar de Jaca, desde donde inicia su afición por la colombofilia, que mas tarde da lugar a la publicación de sus libros "Las Palomas mensajeras" y "Manual de colombicultura", conocidos y leídos por todos los aficionados. Su destino en Madrid, le permitió colaborar en el organigrama de la Federación Colombofila Española con una gestión influyente y eficaz.

Texto de: Fernando Martínez González (Fondo Madrid)
Archivo de: José Luis Cort Bas (Fondo Madrid)